QUE TODOS SEAMOS UNO
(Letra y música: Mónica Palmisano)
Hubo una vez un niño, salió al mundo a caminar,
en su bolsita llevaba su alegría y su bondad,
caminando todo el día puerta a puerta fue a entregar
el cariño a sus hermanos y también su amistad.
Muchas piedras a lo largo del camino encontró
y una a una fue quitando con paciencia y con amor,
los que estaban a su lado lo miraban con temor
pero al fin lo comprendieron y abrieron su corazón.
Dame tu mano y que todos seamos uno
e inundemos todos juntos este mundo con amor.
Canta conmigo este canto de alegría
que el Señor nos ilumina:
¡a cumplir nuestra misión!
Noche y día sin descanso continuaba su misión
y aunque lleno de alegría el cansancio lo abrazó,
en sus sueños repetía: "¡Dame fuerzas, mi Señor,
pues Tú sabes que yo quiero ser testigo de tu amor!"
De repente a su lado otro niño apareció
y tendiéndole la mano le sonrió y también le habló:
“No estás solo ya mi amigo, mira bien mi corazón:
ese amor que tú sembraste ahora en mí también creció.”
Juntos los niños siguieron entonando una canción,
pues su canto ya era vida, era luz y era oración,
contagiaban a la gente que al oír aquella voz
los seguían, pues querían compartir tan grande amor.
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